Este relato breve lo escribí hace años, y lo retoco por tercera vez. Puede que resulte muy complejo de comprender. Leed con la mente abierta.
Arma siendo disparada - Fuente: webfecto
El dedo apretó el gatillo y el proyectil salió disparado en dirección al
otro extremo de la gran sala. El asesino, con la pistola apuntada hacia las otras dos personas, impotente, observaba cómo su bala
continuaba contra ella, que se encontraba delante. El captor la había colocado en la trayectoria
de la bala, justo por delante de él. Había sido demasiado rápido, el asesino se maldijo por no haberlo
previsto, debería haberlo previsto, sabía a quién se enfrentaba. En cuestión de
milésimas de segundo una cuarta figura apareció frente a la mujer.
...lo sient...
La bala atravesó su cabeza, desfigurándola en cuestión de milisegundos,
desviándose ligeramente de su trayectoria original, chocando contra la pared, y cayendo al suelo con el estrépito que le concedía la quietud de la sala. El
cuerpo del muerto, que aún estaba en pie, comenzó a desplomarse. Tanto la mujer
como el hombre que había intentado matarla colocándola en la trayectoria de la
bala (su captor) miraban asombrados el cuerpo que tenían a sus pies. Ella consiguió zafarse
de su abrazo. Al otro lado de la habitación, el asesino respiraba con
dificultad.
Es la única solución...
El asesino buscó en su bolsillo y sacó la pequeña esfera cubierta de engranajes y
cadenas que le colgaban entre los dedos de la mano derecha. Pulsó la
combinación adecuada sin quitar la vista de la pareja, y desapareció. La mujer
no había notado la desaparición del asesino. Se agachó y tocó el cuerpo de su
marido muerto. Se había puesto en la trayectoria de la bala para salvarla la
vida, desviando ligeramente la trayectoria original de la bala. La pistola aún humeaba en
su mano izquierda y el dispositivo esférico brillaba en la derecha.
[Pulsó la combinación adecuada y apareció frente a sí mismo, unos instantes
antes de que el proyectil perforase la cabeza de su mujer. La bala atravesó la
cabeza del asesino, desviándose ligeramente de la trayectoria original, chocando
contra la pared, cayendo al suelo con el estrépito que le concedía la quietud
de la sala.]
El captor que la había puesto delante de la bala miraba el cuerpo del
asesino en el suelo, sin comprender todavía lo que había ocurrido.
Es la única solución...
El asesino desapareció de la habitación para morir instantes antes,
salvando la vida de su mujer. El hombre que la tenía secuestrada bajó la mirada saliendo de su estupor demasiado tarde. Ella había sido rápida, y tras dos sonidos de disparos que
parecieron rebotar en la sala mucho más tiempo que el anterior, la chaqueta del
captor comenzó a sangrar.
El cuerpo del segundo muerto se desplomó sin quitarle los ojos de encima.
Ella se alejó tres pasos, mirando los cadáveres. Sin pensárselo cogió el
dispositivo y lo giró varias veces. Había visto como se utilizaba, al menos los
movimientos básicos. comenzó a manipular las coordenadas y oprimió los tres
botones necesarios.
El tirón de la gravedad la arrancó un grito. Se encontraba en el exterior, a miles de metros del suelo. Era de noche y las luces de una ciudad que parecía ocupar todo el suelo visible se extendían a sus pies. Caía, y el viento silbaba en sus oídos y hacía arder sus ojos en lágrimas. Sin apresurarse probó una nueva combinación, todavía quedaban muchos segundos para el impacto contra el suelo. Tarde o temprano aprendería a usar el objeto. Y sería entonces cuando ella se colocaría en la trayectoria de la bala. Pulsó la combinación adecuada y oprimió los tres botones necesarios. Desapareció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario