Mudanza a Blog de Pensamiento lateral

domingo, 22 de diciembre de 2013

LA TAZA DE VÁTER ES PARA HACER CACA, Y MI PROBLEMA CON LOS ASCENSORES

Matar moscas a cañonazos es la expresión conocida por todos para resolver un problema mediante el uso de muchos más recursos de los que necesitas. De ese modo usamos el fregadero para tirar el aceite (rompiendo nuestras tuberías) y la taza del váter para tirar desde papeles hasta chicle pasando por el contenido del recogedor.

A este ritmo estimo que dentro de unos pocos años las neveras se usarán a modo de armarios y para bajar ríos a modo de canoa, y los lapiceros a modo de llave allen.

¿Por qué usamos unas pocas herramientas "para todo" y no como deben usarse?

Hospital Ramón y Cajal - Fuente: Google Maps

Hace relativamente poco tuve que hacer una serie de visitas muy seguidas al hospital Ramón y Cajal, en el norte de Madrid capital. Este hospital cuenta con tres secciones principales que han llamado con los correctos nombres: Sector Izquierdo, Sector Central y Sector Derecho.

En cada una de estas secciones hay tres ascensores para el usuario que van desde la planta -2 hasta la número 11. Esto, incluyendo la planta baja, son 14 plantas.

Los ascensores son antiguos, cosa que de por sí no tendrían que dar mayor problema salvo contados fallos ocasionales debido a algún problema en los motores o un problema en puertas atascadas. Lo cierto es que funcionan bastante bien, son robustos y más rápidos que muchos ascensores nuevos. Además pueden subir  o bajar fácilmente a unas veinte personas en cada viaje.

Y hasta ahí, bien. ¿Dónde surge el problema? En el momento en que a los humanos nos dan acceso a botones retroiluminados que se encienden al pulsarlos. Creo que existe una patología no documentada a tocar todos y cada uno de los botones que funcionan de este modo para ver la lucecita encendida. Deben producir algún tipo de reacción química que induce a la gente a pulsarlos como posesos una y otra vez aunque en realidad no necesitemos (y no debemos) pulsarlos.

Lo que también creo es que soy inmune.

Existen dos botoneras para estos ascensores: una fuera para llamarlos y una dentro para elegir el piso. Vamos a analizar el complejo funcionamiento de la botonera exterior, de la que tengo una foto similar a los instalados:

Sistema encriptado para llamar al ascensor - Fuente: Epsilon Elevators

El funcionamiento (que por lo que he observado exige que hayas hecho un doctorado en ascensores) es el siguiente: si quiero ir hacia arriba (el número de la planta a la que voy tiene que ser más grande que el número de la planta donde estoy) pulsaré el botón superior, que tiene una flecha en vertical hacia arriba. Si, por el contrario, lo que deseo es ir hacia abajo (el número de la planta a la que voy es menor que el número de planta en la que me encuentro) se debe pulsar la tecla inferior, que posee una flamante flecha vertical apuntando hacia abajo.

Debido a la complejidad del sistema os dejo un esquema científico para que llevéis impreso en el caso de que queráis hacer una excursión al hospital:

Esto es un esquema científico

¿Por qué comento todo esto?

Porque en las cinco veces que he ido al hospital últimamente me he fijado en que la gente presiona todos los botones de los tres ascensores independientemente de la planta a la que van o del número de personas que haya esperando el ascensor.

La segunda botonera del ascensor es mucho más compleja que la anterior porque está equipada con un botón para cada planta (lo que hace un total de 14 botones) más uno de aviso a emergencias en el caso de que el ascensor sufra un malfuncionamiento.

Justo en la puerta hay un sensor de proximidad que la cruza, de modo que detecta si hay alguien en la puerta o no. La botonera se resetea cuando alguien se mantiene en la puerta durante más de tres segundos, lo que ocurre tan solo en todas las plantas, siempre. SIEMPRE

Siempre incluye cuando se monta una persona mayor a la que se lo repites diez veces (normal, es mayor), pero también incluye: médicos, personal de limpieza, jóvenes, enfermeros, personas a las que ya has visto en otra ocasión en el hospital y debieran conocérselo, etc. Durante los tres primeros días hice el siguiente esfuerzo: cuando el ascensor se paraba para que bajase o subiese gente insistía a la gente "pasen al fondo por favor, que si no las puertas no se cierran".

He de decir que esta frase hay que decírsela a todas y cada una de las personas que suben, no importa quién sea. Si por algún motivo no se la repites a todas y cada una de las diez personas que se suben en cada planta, esa persona se quedará totalmente inmóvil justo en el sensor y pondrá cara de haber sido lobotomizado, lo que ocasionará que la memoria de la botonera se borre, haciendo que el ascensor sea llamado desde cualquier planta.

En serio, desde cualquiera.

No llevé ningún tipo de registro de las idas y las venidas del ascensor, pero una vez bajé dos veces a la -2 antes de llegar a la octava planta. Sospecho que el 50% del gasto del hospital está en hacer que esos ascensores se muevan.

Los días cuatro y cinco de mi excursión al hospital subí andando los ocho pisos, lo que tuvo como reacción por parte de mi doctora una frase que me dejó aún más aplastado de lo que yo ya estaba por la escalada: "Vienes sudando, ¿por qué no usas el ascensor?"




¿Y tú? ¿Has sufrido alguna experiencia traumática en el que casi te sale una hernia?

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