Mudanza a Blog de Pensamiento lateral

sábado, 30 de noviembre de 2013

RENUNCIAR A UN ASCENSO POR MIEDO, COMPETENCIAS O CONDICIONES LABORALES: ¿PODRÉ HACERLO?

Miedo y duda. ¿Cuántas veces nos hemos planteado si seríamos capaces de realizar alguna tarea? Nos la hayan asignado o no.

En ocasione en el mundo laboral vemos delegaciones de responsabilidad como disparos que pasan demasiado cerca de nuestra cabeza y respiramos aliviados al ver cómo siguen su camino al encontrarse con otro compañero al que pensamos menos afortunado.

Esto es un error.

Cuando un mando superior te llama a su oficina para ofrecerte más responsabilidad se ha dado alguna de las siguientes condiciones:

1)      Te valoran.

Esta sería la condición ideal de la llamada. Si te valoran es que algo harás que les gusta. Eso evidentemente es bueno, te da poder ante ellos. Quieren darte más responsabilidad: es momento de exigir siempre y cuando tengas la confianza de que no habrá un segundo candidato y de lo que demandas sea coherente al trabajo que desempeñarás.

2)      Eres la persona a la que menos cuesta formar o ya estás dentro de la empresa

Es decir, no te han buscado específicamente, pero están contentos con tu trabajo y, ya que estás dentro (y probablemente para ahorrarse una criba curricular) te ofrecen el puesto.

Es tu oportunidad de demostrar lo que vales. Probablemente no puedas obtener un gran aumento de salario o condiciones, pero por intentarlo que no quede. En el caso de que no sea posible siempre puedes seguir sus condiciones.

3)      No hay nadie más, y además a ti ya te tienen en nómina

Aunque no debería ser así esto es un motivo recurrente en la promoción de trabajadores, en la que no se ofrece aumento de salario pero sí de responsabilidad y a un sobreentendido aumento del horario que no figurará nunca en ningún papel.

De ser así demandar lo que nos corresponde no es una incoherencia ni un acto de subversión por parte del empleado. No se trata de convertirse en un Robin Hood para darles motivos para que te echen mañana, sino de hacer entender que desempeñas unas funciones de acuerdo a un contrato con el que estás más o menos conforme, y que la responsabilidad que te asignan no aparece en él.


Muchos trabajadores tienen miedo a responder sinceramente a los jefes por miedo a represalias. Pero trabajar en condiciones que no te satisfacen puede ser el error más grave de tu vida, que te hará aborrecer lo que haces, a tus compañeros y, probablemente, hasta a despertarte por las mañanas.




No tengas miedo a defender tu puesto de trabajo, el que tantos meses te costó encontrar. No se trata de hundir la empresa en la que trabajas, sino de no renunciar a tus derechos.



jueves, 28 de noviembre de 2013

Estoy bloqueado, ¿y ahora qué? 10 fuentes de inspiración para tu blog

Con frecuencia (mucha) veo blogs abandonados nada más empezar o, peor aún, blogs que tras un tiempo de constancia se quedan sin continuación porque se ha perdido la inspiración. Es una lástima que blogs de categoría cierren, pero en ocasiones los autores se quedan sin ideas y tras un tiempo de no publicar dedicen que el blog ya no les llama la atención como antes, de modo que quedan inactivos y a la deriva.

¿Qué puedo hacer para que no me ocurra esto?

Pues antes de nada debes plantearte si escribir es lo que deseas. Si no es así, si te cuesta escribir y ves que o te reporta nada, entonces no te preocupes por dejar el blog sin más post.

Pero si quieres escribir y no sabes sobre qué o de dónde sacar la inspiración, aquí van unos cuantas sugerencias:

1) Dicen que todo buen escritor ha leído mucho. En parte estoy de acuerdo con esta afirmación. Pero hay personas (entre las que no me incluyo) que sin leer absolutamente nada a lo largo de su vida son capaces de hacerte hasta poemas (verídico). No obstante es muy posible que no seáis de este tipo raro de personas, y que parte de vuestra inspiración venga por la lectura previa. De ser así os recomiendo leer con un lapicero al lado, y marcad sin miedo ideas, frases, conceptos que leáis.

2) Análogo a la lectura podéis inspiraros en películas, series, exposiciones, cuadros, etc

3) Crea listas de objetos. Aunque no te lo parezca, este post antes de ser transcrito a ordenador estuvo vagando por post-it. En ocasiones las listas que realizas contienen elementos comunes que unen los objetos listados. Usa eso como tema.

4) Ve a una librería especializada en libros antiguos. Coge el primero que veas a precio asequible y trata de leerlo. En ocasiones debido a la transformación de la lengua esto se hace un mundo, y, en otras, te aportan un punto de mira centenario dedicándole los tiempos de ocio de un par de semanas.

5) Escucha lo que ahora llaman "música inspiracional", que no es sino música clásica con toques épicos. Cuando escuches esto pueden ocurrir dos cosas: que te vengan las ganas de escribir o que decidas salir a la calle con una espada y un escudo.

6) Pasea, pero en ese caso que no se te olvide llevar un cuaderno y bolígrafo contigo.

7) Busca combos en internet que jamás hubieses buscado adrede. Haz búsquedas de las que no necesites la respuesta. Elige el hipervínculo Nº100 de la búsqueda. Todos irán al Nº1, de hecho tú ya has ido al Nº1.


9) Haz deporte, pero no olvides llevar aunque sea el teléfono con el que escuchas música donde apuntar las ideas.

10) Esta es mi favorita. Rodeáos de AmigosRandom. Apenas hace unos minutos que estoy dando forma a este post cuando una amiga me ha preguntado: "¿Te asustan las avestruces?". Por favor, quiero poneros en escena: en ese momento no existía conversación ninguna entre mi amiga y yo, y el comentario ha sido completamente aleatorio y a modo de "Hola, buenas tardes".

Si lleváis más de una semana que nadie os llama porque sí, o que, sin pensarlo dos veces alguien os dice "Toca café hoy" sin una cita previa la respuesta es clara: necesitáis AmigosRandom.

Los AmigosRandom son definitivamente mi fuente de inspiración principal (y la más divertida).



Y tú, ¿qué haces para inspirarte?



















martes, 26 de noviembre de 2013

La cultura como objeto de consumo. ¿Se deben vender las ideas? Cultura accesible a un click, y pagas lo que estimes

Aun no entiendo por qué tengo que pagar por el conocimiento un precio marcado por el mercado. Es, quizá, uno de los primeros razonamientos que tuve cuando era pequeño y toda mi paga iban a libros, y aún hoy persiste en mi mente. ¿Por qué tengo que pagar por aprender algo que quiero aprender? ¿Por qué no puedo, simplemente, enseñármelo a mí mismo a través de contenidos Creative Commons?

Si hace unos días hablaba del problema que sufren las salas de cine con la piratería hoy hablaré de cómo el conocimiento en España se está vetando usando leyes de protección Intelectual, y de las alternativas que tenemos.

Me considero a mí mismo autor en tanto que escribo contenido para otros, y aunque por supuesto no vivo de esto me gustaría poder hacerlo en algún momento. Pero ni por asomo se me ocurriría acudir a una editorial que vende el libro a más de 20 € dando al autor un 10%. Al igual que hago con esta serie de artículos, los colgaré en Internet para que todo el que desee leerlo tenga acceso a ello sin necesidad de desembolso de ningún tipo.

“Pero, ¡el autor debe vivir de algo! Si nadie le paga, ¿cómo va a poder seguir escribiendo?”

Una observación que suele venir de la opinión conservadora. No por el hecho de que otras opiniones no la piensen, sino porque desde el conservadurismo no se ve la respuesta. Y hay respuesta. En estos tiempos la marca personal o empresa que trabaje con ideas y que no aplique el crowdfunding ya se está quedando atrás con respecto al resto de empresas del sector. O, si el crowdfunding no es de su agrado, alternativas de donación por parte de los usuarios del producto. Ejemplos de crowdfunding.

“¡Eso es imposible! Nadie va a pagar por algo que puede salir gratis.”

Mentira. De hecho cada día surgen iniciativas de puesta de productos en manos de los consumidores totalmente gratis con objetivos que van desde la difusión de la cultura, el marketing o la filosofía de empresa. A continuación enumero un listado de páginas web con productos totalmente gratuitos que caben en la índole digital:

1)      www.jamendo.com/es

Bajo el eslogan “Descarga de música libre y gratis” se ha convertido ya en la primera plataforma de música libre. ¿No os lo creéis? Entrad y comprobadlo. Todo es gratis. Miles de gigas de todo tipo de música esperan a ser disfrutados. Desde artistas que empiezan tímidamente a grupos que son comparables (y en muchos casos mejores) que los “comerciales”.

“No lo entiendo, ¿qué gana el artista regalando su música?”

Fácil: una red de distribución de su producto. Difusión a través de Internet totalmente gratuita para el creador de la obra.

“Sí, pero, ¿qué gana? ¿De dónde obtiene el dinero?”

De lo que las personas estimen que vale su obra, sin más. Junto al artista encontramos los típicos botones de compartir o de enlazar a nuestra web la canción/álbum. Junto a estos dos botones encontramos el botón “Donar”. ¿Cuánto? Lo que quieras, lo que estimes que vale.


Botonera de www.jamendo.com/es

¿Por qué pagar un álbum de doce pistas de las cuales una es buena y once no nos entusiasman?


2)      Google Hangouts

La evolución de Google Talk que viene de mano de Google Plus tiene sus cosas buenas. En este caso una interfaz de videos online en directo de toda índole. Hace unos días estuve viendo una reunión de CEO´s de empresas de aerogeneradores en América del Norte. Cultura empresarial de primera mano y en directo. Los pensamientos de siete líderes de empresa al alcance de un click.

Pero podemos encontrar también juegos, chistes, amas de casa ayudándose, clases de idiomas, clases de música... Cultura gratis, a fin de cuenta, y de todo tipo.

3)      Flattr

En esta web podemos crearnos una cuenta para hacer interactuar de dos posibles modos: como autor o como consumidor de cultura.

Si somos consumidores podemos meter el dinero que queramos en nuestra cuenta y, a fin de mes, el dinero se repartirá entre todos los “likes” que hayamos hecho. Un modo increíblemente simple y justo de distribuir aquello que esperamos pagar por la cultura.

Caben blogs, cuentas de youtube, páginas profesionales, instagram, soundcloud,…añadiendo más y más dominios cada poco.


En este blog podemos encontrar de manera totalmente gratuita contenido que nos ayudará a llevar nuestra empresa o marca personal al día en el tema de marketing y estrategia empresarial. Es el avance en el que los MBA se quedan cortos hoy en día, y el autor comparte sus ideas completamente gratis.

¿Quieres valorar su trabajo? Compra su libro o haz una donación.

      5) Culturizando

Desde siempre me ha gustado la revista "MUY Interesante" para ir aprendiendo poco a poco. Con esta web lo hago además sin pagar nada. Y los autores cobran gracias a los banner publicitarios.

      6) Coursera

El summun de aprender en la web. Contenidos que van desde la matemática, pasando por idiomas y abarcando historia general.

Esta web nos permite acceder a cientos de cursos de todo el mundo organizado por universidades, centros educativos y particulares.


Una idea vale lo que te aporta, ni más ni menos. Y desde luego no aporta lo mismo a todos.

"Proteger el conocimiento" para las editoriales es mantener todo como está, y, por mantener un negocio obsoleto, destrozar el futuro de millones de personas. Para la ciudadanía consiste en que todo el mundo tenga acceso a todo el conocimiento (y por supuesto, sin pagar por él más de lo que realmente vale).


Dejo una pregunta abierta sobre algo de lo que quiero escribir: ¿Por qué los libros de texto son obligatorios cambiando cada año y los venden y distribuyen empresas privadas? ¿No debería tener el centro una serie de contenidos imprimibles para los alumnos con el material a dar? ¿Y que, aunque se adapten al contenido, no penalicen los libros del año pasado?


Y tú, ¿qué opinas?

domingo, 24 de noviembre de 2013

1000 visitas en un mes (y es gracias a vosotros)

Poco a poco el Blog va tomando forma. Siguiendo un consejo de un amigo: “Cuando no sepas sobre qué dibujar, ponte a dibujar para averiguarlo” yo me puse a escribir. Y, aunque me encantaría poder dedicar el grueso de mi tiempo libre a los relatos cortos y a mi novela los artículos son mucho menos exigentes en tiempo.

Y es que poco a poco el Blog ha ido mirando hacia los puntos de cultura, distribución libre de contenidos y denuncia de modelos obsoletos, algo que sí, tiene que ver con aquello a lo que hace un año creía que era a lo que deseaba dedicarme, pero se sale un poco por la tangente.

Desde que empecé a trabajar en el mundo laboral (para los que os choque existe trabajar en el mundo no laboral, preguntad a vuestros padres) me daba cuenta de forma natural de los problemas que las empresas sufren debida a su mala organización o a algún fallo en la planificación o ejecución de determinado proceso. Por algún motivo hacía mío el sufrimiento de la empresa hasta tal punto que la última compañía para la que trabajé la dejé debido a una visita un viernes cualquiera al hospital con un cuadro de ansiedad enorme. ¿La razón? La imposibilidad de cambiar las cosas a mejor dentro de la organización y sus muchos fallos debido a desorganizaciones internas y falta de visión empresarial. Algo con lo que, he comprobado, no puedo convivir.

Por lo que durante mucho tiempo he pensado que mi futuro inmediato era el que consultor externo para la optimización de empresas. ¿Mi producto? El ahorro de dinero para la empresa a la larga haciéndoles más eficientes. Creedme, viendo las Pymes españolas y su modo de operar es un negocio muy necesario y que pronto advertirán las empresas pequeñas como su salvavidas.

Por supuesto hay empresas muy grandes trabajando para otras de las mismas dimensiones en el sector de consultoría, pero parece que tenemos olvidadas a las Pymes (y representan un porcentaje altísimo de nuestro PIB).

Pero, por algún motivo, el comunicar proyectos alternativos en una dimensión más amplia es lo que más me entusiasma, algo nada paradójico, dado que lo ahora alternativo será probablemente un modelo estable en un futuro, y dejará obsoleto el modelo presente.

Desde aquí animo a todos los emprendedores que, con su esfuerzo, dedicación y piratería (de la buena, de la que abre horizontes) son capaces de levantarse el telón con el que todos vivimos cómodamente para descubrirnos un modo mucho mejor de vivir.


Y doy las gracias a todos mis lectores por las nada desdeñables 1000 visitas en el primer mes del blog. Y os animo a comentar/criticar/discutir cualquiera de mis post porque es el único modo en que pueden mejorar.

En especial, discutir, que siempre será más divertido.

viernes, 22 de noviembre de 2013

SCREENLY, UNA NUEVA OPCIÓN PARA VER CINE

Como ya comentaba hace unos días, esto de las "Fiestas del cine" sí...perono. No porque ni las salas saben qué puñetas están haciendo y nos dan con una vara para observar nuestra reacción.


Pero ha surgido un concepto nuevo que se queda a mitad de descargarse una peli para ver con los amigos en casa y salir a la sala de cine. Se trata del Screenly.

¿En qué consiste esto del Screenly?

Es relativamente fácil (hoy en día). Y habría que seguir estos pasos:

1) Eliges una película de un catálogo finito. De no encontrarla se dará una opción para solicitarla. Al principio las "fuentes" serán escasas, pero poco a poco este parece ser el sistema óptimo de esta década.

2) Una vez elegida distribuyes tu evento a través de las redes sociales, de modo que se alcance un mínimo de personas que van a ir a la sala. Evidentemente cuanta más llena más barato será ir.

Obviamente la sala de cine como producto es un objeto que tiene muy poco poder hoy en día. ¿El motivo? Hay demasiadas salas de cine operativas pero sin mucha gente. ¿Habéis ido hace poco al cine exceptuando estas últimas ofertas o preestrenos? En esas ocasiones las salas cuentan de 10 a 30 personas para 500 butacas.

Es decir: el usuario podrá demandar para este Screenly un precio bajo. Muy bajo. De no ponerlo así este nuevo método estará incurriendo el mismo error que las empresas que gestionan las salas actualmente.

Y es que las salas se han acomodado en el precio estándar de 9 euros cuando resulta obvio que ni todas las salas son iguales ni todas las películas comparables. Hablando simplemente de las salas no es lo mismo el precio que le supone al cine mantener una sala pequeña que una grande: climatización, amortización del material, limpieza, etc.

El precio como debería ser (click para aumentar)

Y eso por no hablar de la película. ¿Cuántas veces os ha ocurrido que, al salir del cine, tenéis la sensación de haber perdido una hora y media de vuestra vida?

Sin duda el modelo tiene que cambiar, y Screenly propone un método que parece tener bastante cordura, y que trata al cliente no sólo como espectador, sino como parte del proceso de gestión de la película mediante las redes sociales.

Démosle tiempo a la idea.


Y a ti, ¿qué se te ocurre para dar vida al cine?














miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cosas que sí. Despertadores de sonrisas

-          Que otra persona me sonría;
-          que me guiñen un ojo;
-          la amistad, cuando es de verdad (de ahora en adelante “amistad amistad”;
-          la lluvia;
-          los niños pequeños;
-          oír estornudar;
-          el olor de la papilla de avena;
-          un sms;
-          un abrazo;
-          un cinco en el parchís;
-          saber la respuesta;
-          provocar una sonrisa;
-          cerrar la tapa del bolígrafo como señal de dejar de estudiar;
-          encontrarme con gente de la que no me acordaba que seguían existiendo;
-          que el del autobús te abra las puertas si te ve corriendo hacia la parada. En especial, si llueve;
-          que me inviten;
-          invitar;
-          un pisotón;
-          ver a alguien dando cabezadas;
-          las sorpresas, cuando son agradables;
-          conocer a alguien nuevo;
-          discutir con lógica;
-          los días raros, las situaciones inusuales;
-          darme cuenta de un error absurdo cometido por mí;
-          que me digan “”te comprendo” ;
-          que me den conversación aunque se estén durmiendo de sueño;
-          los garbanzos fritos;
-          encontrar mi habitación tal y como la dejé;
-          recibir respuesta de algo que ya había olvidado;
-          corregir y que me agradezcan la corrección;
-           que me corrijan. Por suerte tengo esto a diario;
-          el sonido de las gotas de lluvia en una chapa de metal;
-          que me lean cuando escribo;
-          que me escuchen cuando hablo;
-          poder ayudar;
-          ser útil a los demás;
-          contagiar alegría;
-          llegar antes de tiempo a los sitios;
-          el final de una larga espera, o de una espera corta cuando hay algo bueno que merece la pena esperar;
-          la ilusión;
-          que alguien empiece una frase “¿Y si...?” ;
-          que todo el mundo se gire al entrar yo en una sala. Suele ocurrir. Si tenéis dudas, soy el que más ruido hace ;
-          ser el centro de atención cuando no tengo nada que decir y estoy hablando, acompañado de rojez facial;
-          llegar a mitad de una conversación y hacer que ésta cambie por el mero hecho de estar allí, a ser posible de forma abrupta e incómoda para los que la mantenían;
-          que me escuchen con interés, aunque sea fingido;
-          las películas noñas;
-          no pasar frío cuando los demás están helados. Agradezco a mi grasa esta proeza;
-          asomar la cabeza fuera del agua y darte cuenta de que te están observado;
-          echar carreras de marcha con mi hermano por los centros comerciales;
-          tumbarme en la hierba (un minuto, que me da alergia);
-          despertarme y no recordar, durante varios segundos, dónde me encuentro;
-          despertarme con alguna extremidad de más, que alguien puso ahí cuando se durmió sobre mí;
-          hacer que alguien se ruborice;
-          incitar a que alguien haga algo y conseguir que lo lleve a cabo;
-          un Sugus;
-          que la gente se esfuerce por entenderme.




Y a ti, ¿qué te hace sonreír? Coméntalo abajo :)


lunes, 18 de noviembre de 2013

El nuevo marketing: la técnica del tanteo pura y su uso por las cadenas de cine (La Fiesta del Cine II)

Desde que existen los mercados estos parecen haber seguido una tendencia de aceleración al cambio. Cualquier libro de marketing o estrategia empresarial incidirá en este hecho. Los mercados de hace cien años eran más o menos regulares o estables, los de hace cincuenta acelerados y los de ahora se describen como auténticos torbellinos que cogen por sorpresa a las empresas y a los directivos. Da la impresión de que, visto cómo avanza el mercado, pronto la mejor empresa será la que mejor suerte les de unas runas bien tiradas.

Y es que resulta muy difícil saber lo que, sin ir más lejos la semana que viene, querrá el cliente. Y no sólo eso, sino saber el precio al que estará dispuesto a pagar por ello.

Pero hay un mercado que, al menos en este país, ha funcionado de un modo totalmente imprevisible para el cliente. Y aún hoy el cliente no entiende el por qué de su mecánica.

Me estoy refiriendo a las cadenas de cine. Si cogemos el dato del INE de la inflación provocada por la entrada del euro tenemos un 31,6% (2002-2011). Recuerdo perfectamente que compré la primera entrada de cine con euros por un importe de 4.20 €, que ya con el euro subió un poquito bastante. Sumando una inflación “normal” podríamos esperar que ahora (formalmente hablando 2011) el cine costase cerca de 5.50  €. Vamos a decir que ahora debiese costar cerca de 6 euros, para darle margen. No obstante cualquier cine “grande” te está ofertando las entradas de 9 € a 9.9 €.

Tabla resumen de precios según inflacción, precio normal y precio de las dos últimas megapromociones (Click para aumentar)

A estas alturas el que no se haya enterado de que Yelmo y Cinesa han visto jugoso el tipo de descuento de “La fiesta del cine” es que no tiene Internet. Pero resulta curiosa la siguiente observación: el precio de la “primera” fiesta del cine fue de 2.90 €, un precio con el que los cines (todas las cadenas) hicieron unas ventas de 550% con respecto al lunes anterior. Y se estimó que los dos días siguientes fue aún mayor. En esta segunda ronda el precio ya ha subido un poco, más concretamente 0.60 € con respecto a la campaña anterior, y, por algún motivo, Kinépolis se ha salido de la oferta.

Destacan dos aspectos: el primero es que aunque esta segunda promoción no ha sido coordinada ¡los precios son iguales para las dos cadenas! (No así las condiciones de la compra)
El segundo es la subida del precio. ¿Se trata de un “ajuste” para cubrir costes o de un método de tanteo de mercado?

Lo cierto es que tiene toda la pinta de lo segundo, porque las cadenas, poniendo todas las entradas a 2.90 € siempre, se aseguran de una cuota de mercado cinéfilo que ronda el 100%, y una disminución de las descargas “ilegales” abismal para las películas en taquilla.

Es lo que me lleva a suponer que quizá en dos semanas o quizá en cosa de un mes tendremos una “tercera” Fiesta del Cine, con precios que es posible ronden los 5.5 o 6 euros, en un afán de las salas de hacer el máximo beneficio sacrificando el aspecto más importante del cine, mucho más importante que los beneficios a corto plazo: la cultura. Y no hablo sólo de la cultura del séptimo arte, sino de la cultura que levanta la marca con sus clientes.

Cuando una marca trata bien a sus consumidores, estos vuelven encantados, se hacen fan y se convierten en emisores de publicidad para la marca. Pero cuando se trata al cliente como una billetera este tiende a comportamientos que, probablemente, no sigan la estrategia de la marca en cuestión.

De momento se ven dos fallos: falta de competencia entre salas pactando precio; y aumento del precio para tantear a los clientes (que no son tontos, y saben que 2.90 es menos que 3.50).

Y tiene toda la pinta de que las salas se van a volver a dar la hostia en breve.




Y dejo una pregunta abierta que ya analizaré en otro post: ¿Por qué todas las salas de cine tienen precios casi idénticos para productos (películas de diferentes temáticas y costes) tan dispares?



sábado, 16 de noviembre de 2013

ESCHER

Fotografía: Ennio Montani


Temblamos. Nos deshacemos del abrazo en una quietud de emociones, y comenzamos a alejarnos.

Oigo los crujidos secos en las baldas de madera de la escalera de caracol, escucho el hilo de polvo que se cae de cada uno de los peldaños cuando ella camina. A cada paso su respiración se escucha peor, menos nítida, más distanciados. La escalera está formada por las teclas de un piano que acusa notas de quejidos de antigüedad, que lloran cada uno de sus zancadas mientras se alejan.

Oigo los latidos de mi propio corazón, que se modera al ritmo al que se distancian sus pisadas. Sigo subiendo, alejándome de ella, ambos apartándonos sobre la espiral forzada que algún trágico arquitecto diseñó con tintes de dolor decorativo. Las baldas gimen, e incluso las pareces protestan bajo mi peso distribuido al escalar con todas las fuerzas de las que dispongo. Llego al último piso jadeando, con lágrimas en los ojos, y me asomo al triste y oscuro tiro de escalera mientras la veo cruzar el primer piso.

Ganas de gritar arañando en la garganta que ahogan los gritos que dejan de sonar más allá de los dientes, dejando el aullido en un susurro que se cae flotando en el aire en dirección a ninguna parte. Y ella sigue avanzando.

Suelto la triste y fría baranda de metal con un estremecimiento cuando la veo desaparecer, y avanzo en dirección al apartamento. Oigo como se cierra la puerta del portal justo antes que la mía, instantes después de que se apague la luz del tiro de escalera.

El tiempo frenó en seco, y volvió a su ritmo original girando sobre sí mismo, fluyendo de nuevo hacia adelante: hacia el futuro. Una llamada histérica en el timbre me ha levantado de mi sueño junto a ella, haciéndolo realidad. He abierto la puerta del portal a través del telefonillo e inmediatamente he salido al descansillo. No cierro la puerta de mi piso, y oigo cómo se abre la suya abajo, a cinco largos pisos de distancia. Y se enciende la luz del tiro de escalera.

Las ganas de gritar su nombre se escapan en un suspiro al recordar que es de madrugada. Me abalanzo sobre la barandilla de metal que me permite ver el iluminado tiro de escalera. Jadeo mientras bajo al cuarto piso corriendo con lágrimas en los ojos. Las baldas aplauden cada una de mis fuertes pisadas, e incluso las paredes reverberan de emoción mientras sigo descendiendo.

Sigo bajando, acercándome a ella, ambos aproximándonos sobre la hélice que cobra ahora un cariz casi romántico mientras desciendo. Lo único que reprocho al arquitecto es que la escalera girase sobre sí de un modo tan apartado del centro, haciendo el trayecto interminable a mi percepción. Oigo los latidos de mi propio corazón, que se acelera al ritmo al que se acercan sus pisadas.

A cada paso su respiración se escucha mejor, más nítida. La escalera está formada por las teclas de un piano con claves de entusiasmo y de vitalidad, que ríen cada uno de sus zancadas mientras se acercan. Oigo los crujidos amortiguados en las baldas de madera de la escalera de caracol, escucho el hilo de polvo que se cae de cada uno de los peldaños cuando ella camina.


Nos acercamos, y nos fundimos en el abrazo de una quietud de emociones. Temblamos.

jueves, 14 de noviembre de 2013

BRECHA DIGITAL

Julia vio a su nieta entrar corriendo por casa. Consiguió interceptarle en el pasillo, tropezando. Alicia le sonrió y le dio un abrazo y un beso, para el que Julia tuvo que agacharse más de lo que hubiese querido. Alicia tenía tan solo cinco años, mientras que su abuela tenía casi noventa.

A los pocos segundos Pablo y Marta hicieron su aparición, considerablemente más fatigados que su hija al subir a un tercer piso. Tras media hora y un café descafeinado desaparecieron por donde habían hecho aparición para acudir al teatro. Julia se encargó de recoger las tazas y fue a buscar a su nieta antes de empezar a preparar la cena.

Alicia seguía sentada donde se había colocado nada más entrar: en el viejo sofá de Eugenio. La abuela contempló a su marido y se preguntó si él habría estado igual de perdido que ella en esta situación. Probablemente sí. Eran dinosaurios para sus nietos. Qué coño, hasta los padres eran dinosaurios para Alicia.

- ¡Mira, abuela! - Alicia mostró la pequeña pantalla que tenía en sus manos. Era evidente el esfuerzo de sujetarla con esas manos tan pequeñas. La abuela acercó la cara a la pantalla al tiempo que se ajustaba las gafas. Un desfile de colores y formas conformaban la pantalla, salpicadas de textos que no alcanzaba a ver antes de que desapareciesen tras formarse. Tras unos segundos en los que su nieta la estuvo contemplando en busca de aprobación, Julia dijo lo único que se le ocurrió que podía tener sentido para tantos colores danzando por la pantalla:

- Muy bonito, cariño, ¿es un juego?
- ¡Claro! - Alicia colocó la pantalla en su regazo y siguió jugando - ¿Ves? Ahora hago...esto. Mira, abuela. - mencionó varias veces el nombre del juego. Probablemente en inglés, porque no he entendido nada, pensó Julia.
- Vaya...lo haces muy bien - tras unos segundos de mirar la pantalla junto a su nieta - ¿Te enciendo la tele mientras hago la cena?
- No, estoy jugando.
- Vale, cariño. Voy a hacer una sopa, que hace frio.

Julia entró en la cocina de nuevo, y pensó:


“Totalmente pérdida, fuera del mundo que ha avanzado sin nosotros. ¿Se sentirán todos los demás igual?”

martes, 12 de noviembre de 2013

¿PUEDE UNO JUGAR EN UN MUSEO?

Se nos ha enseñado desde pequeños que los museos y exposiciones son sitios serios, donde gente que sabe mucho más que nosotros ($y que se ha dado cuenta de ello$) nos intentan inculcar ese conocimiento y cultura del modo más aburrido posible. A saber: mostrando su obra en diversos expositores a los que ni acercarse y manteniendo la distancia seca de a un artista muerto. Aun a pesar de que, por fortuna, alguno anda todavía por aquí con nosotros.

El pasado sábado acudí a la exposición “Con dos colores”, una que abarca temas sobre la crítica social presente mediante el uso de cartelería roja y azul superpuesta. Se trata de obras sin filtro expresadas a través de otro.

¿Qué significa esto? Que mediante el uso de unos filtros de color, y mirando el mismo cartel, verás dos montajes distintos. Os pondré un ejemplo sacado de su blog.


Origen de la fotografía: Con dos colores (blog)

Los filtros azules/rojos cuelgan del techo frente a las obras, de modo que el espectador coge un filtro, observa el cartel, y después lo vuelve a observar con el otro color. Esta breve interacción rompe definitivamente con el observador pálido ante la obra de arte, y obliga a la interactuación con la obra. Pasa a ser necesario que uses el filtro para ver lo que el crítico ha querido mostrar con su cartel.

Y ahí entra la parte divertida de “juego” dentro de la exposición.

Consejo: id acompañados de alguien que, aunque se ponga los filtros por delante de los ojos, no los tenga en la boca. A ser posible alguien que se tome la exposición con la misma seriedad con la que un niño destroza con plastidecor importantísimos papeles de oficina.

Os lo pasaréis mejor. Lo sé, me ha ocurrido.

Posibles juegos:

1)  por turnos, id leyendo lo que veáis, cada uno equipado con un filtro, para que el otro trate de imaginarse lo que ves tú y viceversa. Luego cambiaos los filtros para ver qué es lo que el otro intentaba describir;
2)     poned verdes a todos los que veáis en las cartulinas. Cuanto más soeces los comentarios, mejor;
3)     intentad leer los textos cantando.


Si los otros visitantes os miran raro no tenéis de qué preocuparos. Ellos están en lo cierto: estáis locos. Pero que eso no os impida seguir jugando.


Los museos suelen ser sitios grises y silenciosos. Y en ocasiones se nos cataloga a españoles, portugueses, italianos y griegos de ir dando voces por los museos. Animo a jugar en los museos. Entendedme: jugar con la cabeza y las palabras, que nadie se lleve una plastidecor (ni un niño).



¿Habéis jugado alguna vez en un museo?¿Cómo?



domingo, 10 de noviembre de 2013

Pero, ¿y qué tiene que ver la ciencia ficción con el mundo empresarial?


Es curioso cómo los autores de ciencia ficción han sabido ver de algún modo un posible futuro y han escrito relatos sobre ello. Al menos sobre algunos productos y servicios que antes no existían en la época en que fueron escritos.

Lo cierto es que parece que existe una relación entre la ciencia ficción y las empresas y la necesidad de satisfacer algún servicio. Aunque la ciencia ficción suele llegar algunos añitos antes.

¿Cuántos antes? Pues habrá que plantearse cuándo empezó eso de la ciencia ficción y el sistema empresarial.

Si tomamos la primera obra de arte puramente inventada pero relatada del modo más realista para la época tenemos que trasladarnos al siglo II, donde nos encontramos a Luciano de Samóstata (125-192) escribiendo “Relatos verídicos”, una sátira de los clásicos relatos de viajes donde podemos encontrar nada menos que ¡un viaje a la luna y una batalla interestelar!

Si preguntas a alguien por la calle sobre el primer relato de ciencia ficción probablemente te hable de “Frankenstein o el moderno Prometeo” de Mary Shelley, publicada en 1818, y si preguntas sobre empresas los libros de texto hablarán sobre Compañia Holandesa de las Indias Orientales (1621) cuando en realidad el Imperio Romano ya usaba conceptos de estrategia comercial y marketing de campañas catalogables como conceptos empresariales modernos (aplicados a la época, por supuesto).

¿Por qué nos quedamos sólo con lo “moderno”?

Nos sigue resultando curioso cómo el relato de Mary Shelley se adelanta a la electricidad, y de cómo Luciano de Samóstata aún no ha visto cumplida su “premonición” de una guerra interestelar (aún) pero sí la llegada del hombre a la Luna y los cohetes a reacción.

No son pocos los historiadores que creen firmemente que la ciencia ficción se convertirá en ciencia con el paso del tiempo bajo algunas condicones. Y que es sólo cuestión de eso: de tiempo.

Veámoslo del siguiente modo: si a alguien del medievo le dijeses que ahora (en el año 2013) tenemos dispositivos que nos permiten hablar y vernos desde una punta a otra del planeta te hubiese mirado fijamente y, quizás antes de plantearse la posibilidad (totalmente comprensible) de que estás loco, habría preguntado: “¿Planeta?”

Tal es nuestro desconocimiento sobre los productos que se darán en el futuro. No sólo no sabemos lo que nos traerá la tendencia, sino que no somos ni siquiera capaces de ver de qué tendencia estamos hablando, porque al parecer si no eres escritor de ciencia ficción ni te lo imaginas.

Y os haréis una idea de todo lo que nos queda por descubrir, y del potencial que tenemos para la generación de nuevos productos y servicios.

Algunos ejemplos de literatura precursora:

“From Earth to Moon”
El cohete.

“El mundo se libera”
Predicción de la bomba atómica con 30 años de antelación. Inclusive enfermedades acarreadas por la detonación nuclear.

“London Times”
Se escribe de Internet tal cual lo usamos hoy en día (en 1904).

“Ralph 124C 41+”
Se describe el radar de un modo totalmente técnico 24 años antes de su creación.
El videochat, llamado “telephot” en la novela.

“2001: Odisea del Espacio"
Los periódicos entran en obsolescencia debido al uso de lo que hoy llamaríamos ordenador conectado a internet, y a lo que el autor llamó “texto noticioso”.

“Mirando hacia atrás”
Se plantea la idea de la tarjeta de crédito más de 100 años antes de su creación.



Pero esto es literatura que lleva ya algún tiempo entre nosotros y que ha dado muestras de acierto con el presente. Podríamos coger alguna más reciente y preguntarnos: ¿Será así?

“Carbono alterado”
La memoria se copia en una pila bajo el cerebelo. La muerte toma un nuevo significado al estar nuestra consciencia almacenada en un cartucho blindado y protegido incluso contra disparos directos. Titular: “Consiguen implantar falsos recuerdos en la memoria mediante técnicas de sugestión”

“The surrogates”
Vivir a través de un robot de modo que nosotros permanecemos sentados en casa tranquilamente mientras “sentimos” que paseamos por la calle.

“¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”
El trabajo mecánico se lleva a cabo por autómatas humanoides.


Como conclusión debo recalcar que debemos formar tanto a técnicos como a directivos no sólo en marketing, estrategia y dirección de empresas, sino en precursores  reales (empresas) como precursores literarios de las obras de ciencia ficción. No sólo de cara a los nuevos productos, sino de cómo estos nuevos productos afectarán a la ética de nuestros negocios.

Aunque si tenemos que tomar algo por seguro es que los nuevos productos vendrán de la mano de la tecnología y el avance científico. Y curiosamente Google no devuelve nada coherente con la búsqueda "ciencia ficción y empresas". Quizá haya un segmento del mercado sin explorar ;)


¿Cuál crees que será el siguiente invento que venga de la ciencia ficción?
¿Es la ciencia ficción un indicativo de hacia dónde iremos?

jueves, 7 de noviembre de 2013

ALEATORIEDAD FORZADA


Imagen libre de derechos realizada por mi mediante Cinema 4D. Click para ampliar


El tiempo saltaba, como la aguja sobre un tocadiscos con el plato roto. El movimiento de los dados en su mano denotaba la paciencia de una eternidad mientras observaba el cruce. Y era verano de nuevo. Y ella bajaba a la calle con su vestido de teselas rosas, verdes y azules. Sonrió desde que cerró el portal hasta que le abrazó la cintura.

Tres horas más tarde las luces de la ambulancia le cegaron, absolviendo el sonido de la atmósfera al mismo tiempo. Y ya no había sol. Los dados se encontraban estáticos sobre el tapete, y habían decidido una muerte aquella tarde.

Pero aún son las seis de la tarde, y él le abraza aún, y le besaba obteniendo besos a cambio. Ambos eufóricos, ambos felices. Ambos vivos. Se suben a la motocicleta, que aún respiraba el oxígeno que les robaba a ambos. Pero ellos no están pensando en esto, están enamorados, y hace un maravilloso día de luz y calor.

Para cuando el disco verde se hubo iluminado ellos ya estaban en el centro del cruce, adelantados a su tiempo, empujados por los dados en forma de veneno alcohólico. Y el camión se había retrasado al suyo, víctima de su propio hado. Ella lo vio todo, él no. Vio cómo el disco se encontraba rojo cuando aceleraron. Vio la masa de metal avanzar hacia ellos y el tiempo se detuvo una fracción de segundo antes de la colisión. Y los dados ya volaban buscando decidir la suerte de ambos.

Ambos subieron a la motocicleta en su portal y él aceleró. Las vibraciones se extendieron por ambos mientras subían la calle en dirección al restaurante. Ella se encuentra ahora en la cocina de su casa mientras hace la reserva, y al mismo tiempo le agarra la cintura para no caerse de la moto, siempre ha estado cómoda con él a solas, en el restaurante. Pero hoy hay una diferencia: él ha bebido bastante, y ella también se encuentra en el suelo una hora más tarde, envuelta en sangre, metal y cristales.

Llegaron al restaurante aparcando la motocicleta justo en la puerta. Esta clase de vehículos tiene la ventaja de caber en cualquier hueco en la calle. Pero presenta otras desventajas, como hacer de tu cuerpo su carrocería. Y lo hizo mientras el camión los arrollaba a ambos. Las piernas derechas reventaron del impacto, pero ninguno de los dos sentía nada. El chirrido de los frenos del camión se ahoga con el descorchar de la botella de vino. Ambos sonríen y se miran, y ella ríe de felicidad. Pero la risa se ahoga ahora en gorgojos de sangre y espasmos mientras le ve morir a su lado y aparece la ambulancia. Hay un hombre sentado en la acera, sujetándose el pecho, y dos jóvenes desfigurados a su frente.

- ¡Te quiero! - le guiña un ojo y se bebe la copa. Los dados están ardiendo esa noche.

Y él sonríe muerto, pero no lo sabe, aún quedan veinte minutos, y ella está preciosa con su vestido y le dice que le quiere. Es el momento propicio para otra copa. Salvo por el hecho de que no lo es, y los dados son arrojados sobre el tapete avanzando mientras tamborilean la mesa en busca del destino de los jóvenes.

Poco a poco los dados se van frenando, dejando claras las intenciones de ambos. Y él acelera en punto muerto mientras nota el calor del alcohol en su interior. El disco no se ha puesto en verde y él avanza. Los dados frenan sobre la mesa, y el camión no lo hace a tiempo. Los dados dejan de sonar sobre el tapete para dar paso al grito de ella y a metal contra metal, a huesos desgarrarse con la fuerza del impacto.

Ella llora mientras le colocan la mascarilla para respirar. No puede moverse, se encuentra ahora atrapada en un cuerpo que no la responde, y observa con su vestido de teselas rosas, verdes y azules y sangre cómo el respirador comienza a funcionar por ella. Las puertas de la ambulancia se cierran con sus ojos.


Se recogen los dados sobre el tapete. Hay otro cruce en esta misma ciudad y la noche es joven, como ellos lo serán siempre.




___________________

Por desgracia, una realidad

martes, 5 de noviembre de 2013

LOS PLATILLOS CHINOS y LA IMPORTANCIA DE DELEGAR

En ocasiones tanto a nivel particular como en el mundo empresarial nos vemos desbordados de actividades que nos roban todo el tiempo del día. ¿Quién no ha pensado alguna vez en que al día le faltan horas?

La vida es un juego de platillos chinos. Es mejor decidir cuál se va a caer. Porque créeme, alguno se va a caer. Es así. No todo te va a salir perfecto, porque por mucho que te esfuerces en la vida siempre hay variables que, simplemente, se escapan a tu control.

Lo ideal, si es que puedes, es trasladar esa responsabilidad o trabajo a otra persona de la que te fíes, y, por supuesto, en la que puedas delegar sin problema. Todos conocemos compañeros que se pasan por tu mesa para cargarte de trabajo que a ellos, simplemente, no les apetece terminar.

De modo que debes hacerte las siguientes preguntas:

1)      ¿En qué soy bueno? ¿Qué actividad me resulta fácil hacer?

Antes de nada aclarar que no sabrás lo bueno que eres en algún puesto hasta que lo realices por ti mismo durante un tiempo.

Si eres bueno en algo es muy recomendable que seas tú quien lo haga dado que saldrá mucho mejor que si lo hace alguien con menos habilidad para dicho trabajo. No obstante siempre puede surgir el problema de falta de tiempo, en cuyo caso habrá que formar a una persona.

No escatimes tiempos de formación, en algunas empresas e incluso sectores completos la formación de los trabajadores es el único I+D que se puede realizar.

Todos tenemos aptitudes y habilidades, sin embargo, descubrir para qué eres bueno o reconocer las cosas que haces mejor requiere de un proceso de autoanálisis, incluso puedes ayudarte de algunos test de orientación vocacional.

En ocasiones nuestros trabajadores pueden apreciar la delegación de una tarea como más trabajo. Dejemos claro que cumpliendo el horario laboral y respetando un sueldo digno lo que queremos al darle ese trabajo es demostrarle que creemos que esa persona vale para el puesto. De lo contrario se lo hubiésemos dado a otra persona. Transmitir esto es muy importante para que el trabajador sepa los motivos de la nueva responsabilidad y no lo afronte como una carga.


2)      ¿Algo en lo que seas nefasto?

De nuevo varias opciones: puedes echarle el marrón a alguien que sepa o aprovechar la oportunidad para formarte. Si eliges esta última no infravalores en echar horas en la oficina. Echar horas aprendiendo nunca va a ir en tu contra.

El aprendizaje siempre te dará puntos en la vida.


3)      ¿Es realmente importante que haga esto ahora?

Tener un modo de catalogar la importancia o el tiempo de los proyectos es tan vital como saber en qué proyectos invertir. Habrá que terminar primero aquello que urja de verdad. Aquello que bajo ninguna circunstancia se podrá hacer mañana. Y esto lleva a lo siguiente:


4)      No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Este refrán que tenemos todos tan interiorizados y al que no solemos hacer demasiado caso puede estar incluso equivocado. Lo ideal es hacer hoy aquello que mañana no podremos hacer, o aquello que urja más. Deja para mañana todas las tareas que quieras, siempre que mañana seas capaz de sacarlas adelante y no debas hacerlas imperativamente hoy.

Esto, por supuesto, es un arma de doble filo, pero de nada sirven dos jornadas de ocho horas un par de días que no eres capaz de centrarte. Quizá sea mejor una de dos y otra de doce.

Aprende a valorarte a ti mismo y a tu equipo. En ocasiones un “vamos a tomarnos un café” puede salvar una semana de trabajo.


5)      Estamos todos saturados, ¿qué hacemos?

¿Cuántas veces nos hemos visto desbordados a nivel de todo un departamento? Semanas enteras de proyecto en las que las cosas se realizan a matacaballo y, por lo general, con una calidad cuestionable; se respira estrés y los ánimos no son demasiado halagüeños.

Esto, por supuesto, repercute en la calidad y velocidad del trabajo.
Buscar soluciones fuera no está de más, y la subcontratación o externalización de tareas en muchas empresas se ve como algo no aceptado, e incluso, por parte de algunos trabajadores, como un insulto a su capacidad productiva. De ser así el enfoque ha de ser similar a “somos tan buenos que los pedidos simplemente nos sobrepasan.”.

Delegando la responsabilidad de la subcontratación a alguno de esos técnicos no sólo conseguiremos su colaboración, sino su comprensión como mando intermedio. Además de estar contribuyendo a su formación al darle más responsabilidad.


6)      A esto simplemente no llegamos. El decirle que no a un cliente

Tras considerar entrar a formar parte de un proyecto o ampliarlo nos damos cuenta de que nos es imposible llegar a plazos o que nuestra empresa no está dimensionada para el trabajo. Además no hemos encontrado una subcontrata que nos parezca de confianza o con la que el precio nos redunde beneficios.

En este caso no hay que tener miedo a rechazar un trabajo dejando claro al cliente los motivos por los cuales no se puede coger. Los clientes están compuestos de personal humano, y a todos nos gusta la sinceridad. Las excusas al rechazarlo o incluso el aceptarlo y no llegar a plazos pueden redundar en un deterioro de nuestra imagen.

Digamos simplemente que no al trabajo, matizando que nos encantará poder satisfacer sus necesidades en la siguiente ocasión, pero que en este momento la empresa se encuentra embarcada en otros proyectos a los que ya se ha comprometido. Esto denotará la seriedad suficiente como para que se nos tenga en cuenta en el siguiente proyecto.





Delegar es un reto en sí mismo, en especial para aquellos que dudan de sus capacidades. Pero como para todo, si no lo intentas no sabrás de qué eres capaz.